Vinicius Marquet

Roser Ros

Vinicius Marquet se graduó en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (UNAM, 2004) y de Hogeschool voor de Kunsten Utrecht ( 2013) donde estudió una Ma en Creative design for digital cultures, pathway interaction and game design. Su trabajo como diseñador se ha desarrollado en el ámbito editorial y en la ilustración trabajando en México para el Instituto de Investigaciones Estéticas (UNAM) el Fondo de Cultura Económica y McGraw hill. Su trabajo como ilustrador se ha desarrollado para bandas de rock independientes de la ciudad de México y en proyectos culturales.

Ha sido docente invitado en el posgrado de diseño editorial en la Academia de San Carlos  y asistente en el laboratorio de diseño Editorial de la FAD ( UNAM) . Así como líder del taller de diseño en la Fábrica de Artes y Oficios Oriente (FARO). Su investigación personal explora la mutación del lenguaje escrito e impreso en los ambientes digitales. Resultado de esta exploración personal es Bandito (2004-2006) y Anacrón: hipótesis de un producto todo.  (2009-11)

Es amante de conceptos como la aventura, la muerte y el accidente. También, Vinicius resguarda una colección de secretos y verdades.

Te defines como comunicador visual. ¿En qué consiste tu labor?

El comunicador visual es un productor visual. Entiende las distintas áreas de conocimiento dónde la visualidad modifica la realidad. Así como los distintos procedimientos y métodos de acción en cada uno de esos espacios.

La aplicación de la comunicación visual es tan grande como el entendimiento entorno a la visualidad, el lenguaje y la sociedad. Uno puede ver imágenes con los ojos abiertos, pero también durante sueños o a través de la imaginación. Otra persona podría comunicarse con palabras escritas y muchos más con una mirada, de manera gestual.

El comunicador visual es un agente. Un nodo de vinculación entre la sociedad y el emisor. Por el momento y en teoría, ambos humanos; pero hay varios artistas, chamanes, humanos que aseguran ser agentes entre la sociedad  y la divinidad. También hay algoritmos – pre diseñados – que recopilan información y escriben notas periodísticas o hacen logotipos. Robots que reconocen imágenes. Es muy filosa la línea  y diversos los ejemplos que desvanecen los términos absolutos de receptor, emisor o agente.

El comunicador visual es el medio. El mismo es el mensaje, pues como cualquier humano tiene una capacidad y necesidad de comunicar. El es artífice o artesano de la visualidad: emisor, agente y medio.

Profesionalmente la Comunicación visual es posiblemente un término muy “old school” pero creo es el que se adapta mejor a mis prácticas visuales. La intención de cada proyecto es lo que hace la diferencia.

¿Qué relación guarda la comunicación visual con el diseño?

Un comunicador visual  puede ser diseñador gráfico, editorial, textil, interactivo, espacial, industrial o de la séptima dimensión; o puede no serlo. La comunicación visual es amplia. La comunicación visual depende del propósito.

Considero el diseño como una capacidad de vinculación entre elementos – no necesariamente visuales – .Sin embargo,  sí considero que el dibujo es elemental para ejercicio del diseño: no me refiero a la réplica gráfica realista; sino a la acción de dibujar.

Afirmas que para comunicar visualmente exploras el lenguaje. ¿Con qué objetivo?

Exploro el lenguaje para divertirme, trabajar, crear; a veces como diseñador gráfico, editorial, interactivo, etc. Otras veces solo busco unir agentes para la realización de un producto social o cultural.

Señalas el mundo del rock como uno de tus referentes artísticos.

El rock es todo. No soy melómano,  sin embargo soy amante de la música y el baile. La música es un misterio para mí. Es un arte  que tiene una vinculación muy intrínseca con el espacio, el tiempo  y el ritmo. Este último,  está adherido a uno desde que uno nace. Para mí  los músicos son perfectos hipnotizadores y viajeros.

En mi historia personal el rock está vinculado con el performance del show- en México decimos “ la tocada” –. Cada tocada comenzaba días antes en su preparación: haciendo flyers , maquetas, posters , cds, escuchando ensayos.  Al final era una fiesta, un ritual del cual yo me alimentaba, o a veces también perdía energía. En cualquier caso la aventura siempre valía la pena.

Siendo así el rock son mis amigos, el amor, una relación humana.

Dices que te gusta la aventura, la muerte y el accidente, temas que también suelen tratar ciertos artistas que se expresan de palabra. ¿Encuentras concomitancias entre ambas formas de arte?

La visualidad es todo lo que puedo ver. Los escritores son –o pueden ser –  encapsuladores de experiencias. Y su primer símbolo son los caracteres escritos “los discretos”. En el caso de la cultura occidental, estos caracteres son fonogramas. El encuentro entre la visualidad y la escritura, un cruce,  está en el dibujo. Pero eso dibujos discretos guardan pensamientos, sensaciones, sueños, experiencias. Nuestro sistema alfabético es en sí mismo un entendimiento del cosmos añejado por generaciones enteras.

La palabra dicha  tiene una mayor vinculación con la acción, con el flow  y por lo tanto también con el accidente y la muerte. La palabra escrita suele ser un poco más cautelosa.  Toda palabra tiene como destino morir. La palabra es un ente orgánico.  Y no  hay tragedia en este evento,  sino todo lo contrario. Su reproducción y mutación es parte de su crecimiento. El accidente solo lo hace más divertido.

¿Cuál ha sido tu formación y tu experiencia vital?

He sido formado por docentes y autodidactas. Personas curiosas por conocer y compartir. Mis padres estudiaron sociología, aunque solo mi madre se graduó de dicha facultad. Toda su vida a ejercido como maestra en todos los niveles de la educación. Ahora, retirada, estudia un doctorado en Educación. Mi padre fue taxista, adorador de su tiempo y de sus libros. Ambos se entrenaron durante  los años 70s para la guerrilla urbana en la ciudad de Mexico. Mi madre se fue a estudiar a Rusia, por parte del partido comunista. Regresó enamorada del ballet pero decepcionada de la URSS. Mi padre mientras tanto se quedó escuchando teorías de la conspiración que se esconden en los muros de la ciudad de los palacios. Algún tiempo también trabajó como detective en la policía judicial.  Detective de su propia agencia – por seguro. El trabajo sólo era parte de la ficción.

Eres, pues, depositario de historias propias y de familia, no es cierto?

[Sonríe..] De sus padres solo historias conozco, murieron antes de que yo naciera; sólo mi abuela materna continua viva. Ella llegó a la ciudad de México a los doce años. Es una mujer humilde y muy digna, a veces orgullosa. Tuvo una infancia muy dura. Fue analfabeta mucho tiempo hasta que sus hijos le enseñaron a leer y escribir. La abuela es una gran narradora oral, cuenta el loop de su vida, en distintas versiones y con distintas mezclas.

El resto de mi familia todos son maestros también. Así que la docencia es un hogar para mí. En mi experiencia personal, dar clases es la mejor manera de hacer conocimiento y sentirte joven.

Pongo en duda cualquier papel que certifique el título de alguien. Y más en nuestras sociedades influenciadas por los dogmas de las competencias.

Creo en las personas autodidactas. ¡Eso es competencia real!

Sin embargo, también creo que la academia sigue siendo el espacio vital y real para la discusión de ideas, para compartir. Y por lo cual creo deberían de existir post post-post-post estudios. Formas más variadas  de interactuar entre la Academia y el mundo laboral.

La vida es la verdadera maestra. Te gradúas el día que te mueres.

Una experiencia vital… es mi último accidente. Me había enamorado de una mujer experimentada en las bicicleta de montaña en Salt lake city.  Amante de las bicicletas desde mi infancia, estaba fascinado por el sistema hidráulico de estas bicicletas del post-mundo: uno salta, sube, baja… Todo es suave, parece que uno solo flota en el aire.

Ingenuo y excitado por la euforia del flow, me deje caer por una escaleras de la universidad. Posiblemente 50 metros de altura, con tres descansos de 3 metros cada uno. Pasé el primer descanso. Bien. El segundo. Chido … y en el tercero algo pasó. Cuando yo volteé estaban todos mis amigos del DF andando en bicicleta conmigo. La realidad es flácida, había traspasado toda percepción en menos de un segundo. Aquí o allá era lo mismo.  Regresé entre gritos por todas partes. Gringos que habían visto sangre gritaban “Oh my god !! Yo tranquilo. El dolor no existía, el cuerpo lo había aniquilado. Mi ex me llevó al hospital, donde estuve una semana interno y en observación. Tenia una fisura frontal cranial.

Al salir del hospital ella me regaló un helado de chocolate.  Ya en casa, sin importar mi cara inflamada de pambazo frito y mi cuerpo de pan molido, me tiró a la cama y me hizo el amor Me sentí abusado en algún momento, pero funcionó. Sin lugar a dudas resucite.  Hoy sigo asombrado de esa linea tan delgada que nos separa a vivos y a muertos, la linea donde se diluye o construye la realidad. Todo es aquí y ahora. Hay que estar atentos.

Roser Ros y Vilanova. Narradora, escritora, poeta, doctora en Pedagogía (UB) con la tesis “Los cuentos de animales: el caso del ciclo del zorro y el lobo” (Premio Flos y Calca